sábado, 22 de diciembre de 2007

¿Qué HaCeR CuaNDo Te eNaMoRaS De La PeRSoNa eQuiVoCaDa? PARTE I



A decir verdad, no es una pregunta nada fácil. Seguro que a más de uno nos ha pasado que hemos conocido a una persona de la cual nos hemos enamorado, pero que por otro lado sabemos que no es la persona idónea, no es la adecuada, la que nos ayude cuando nos sintamos abatidos, solos, dolidos. Eso por desgracia sucede. Sucede que queremos estar con alguien que no nos corresponde o que simplemente nos hace daño, pero sin embargo no somos quien de alejarnos, de dejar que esa persona desaparezca, se vaya de nuestras vidas o, lo que sería más adecuado: echarla nosotros mismos. ¡No! eso no lo hacemos. Por el contrario seguimos llorando por todo lo que la queremos y lo lejos que estamos de tenerla. No nos damos cuenta de que en la vida la grandísima mayoría de las cosas (por no decir todas) suceden por algún motivo y que cuando el destino, la vida, la suerte, o lo que sea, nos niegan algo es simplemente porque seguramente nos esté esperando algo mejor. No se trata de ser unos soñadores empedernidos y no querer ver la realidad que se nos presenta, se trata de creer que lo bueno también puede sucedernos a nosotros, que también somos merecedores de un amor puro y limpio, sin malas intenciones ni juegos sucios. En el mundo en el que vivimos puede llegar a parecer mentira o, como decía antes, de soñadores, pensar que a nosotros, por el mero hecho de ser nosotros y no otra persona, no nos va a tocar nada bueno, pero no es así. Todos tenemos derecho a querer y a ser queridos, tenemos derecho a ser aceptados por ser como somos y debemos exigir que la persona que esté a nuestro lado nos respete como personas y no pretenda moldearnos a su imagen y semejanza o intentando hacer de nosotros esa persona que espera que seamos. Todos, con todo lo distintos que somos, tenemos algo que ofrecer a los demás. Eso es lo que debe movernos a seguir adelante y lo que debe hacer que cada día nos levantemos con el ánimo suficiente como para creer que a nosotros también nos va a tocar "el Gordo", la maravillosa suerte de saber que se nos quiere porque somos únicos y porque, como dice el anuncio, nosotros lo valemos.


Pero está claro que para que nos quieran, debemos querernos a nosotros mismos, debemos valorarnos y ser conscientes de que todos cometemos errores pero que muy pocas cosas en la vida están exentas de solución y siempre hay tiempo para arreglar aquellas cosas que creemos que están en desorden en nuestra vida, sin necesidad de machacarnos o maltratarnos por no haberlo hecho bien en el momento adecuado. Y una manera estupenda de valorarnos es demostrando que nadie tiene derecho a hacernos daño por el mero hecho de "pasar el rato" o divertirse a costa de nuestro sufrimiento. Jugar con los sentimientos de las personas es mezquino y aberrante y en nuestras manos está conceder a esas personas el poder suficiente para convertir nuestras vidas en un infierno. Sólo nosotros podemos decidir que es lo que queremos y a partir de ahi, actuar en consecuencia, pero siempre respetándonos y respetando a los demás.

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